Mercado del carbono
Los Mercados Voluntarios de Carbono se han convertido en una plaza medioambiental que mueve
varios miles de millones de dólares en bienes y servicios. En medio de este panorama, las empresas y los gobiernos que participan en este mercado están tomando decisiones estratégicas de inversión a futuro con la visión de los cambios en la regulación medioambiental y la convicción de que la responsabilidad social y el desarrollo sostenible son factores diferenciadores que fortalecerán el negocio y la economía de países como el Perú, el cual no es ajeno a esta tendencia, y en los últimos años ha tomado medidas cada vez más concretas en torno al tema medioambiental.
Tipos de Mercado del carbono
Existen dos tipos de mercados de carbono: los de cumplimiento regulado y los voluntarios. El mercado regulado es utilizado por empresas y gobiernos que, por ley, tienen que rendir cuentas
de sus emisiones de GEI. Está regulado por regímenes obligatorios de reducción de carbono, ya sean nacionales, regionales o internacionales. En el mercado voluntario, en cambio, el comercio de créditos se produce sobre una base facultativa. Las dimensiones de los dos mercados difieren notablemente.
ALGUNAS REGLAS DEL MDL
Adicionalidad: la reducción de las emisiones o el secuestro deben ser adicionales a cualesquiera que se hubiesen producido sin el proyecto. Las emisiones de GEI tras la implementación del proyecto deben ser más bajas de lo que hubieran sido hasta la fecha.
Permanencia: cuando se contabilicen los créditos, una cuestión importante es la duración del almacenamiento de carbono y el riesgo de pérdida (por accidentes naturales o humanos, como incendios, inundaciones o brotes de plagas). El carbono no se almacena indefinidamente en la biomasa forestal ni el suelo, de modo que se desarrolló un sistema de créditos para los proyectos de forestación y reforestación en el que los créditos expiran, aproximadamente, en un plazo de
entre cinco y treinta años, y pueden ser renovados y revendidos.
Fugas: emisiones no previstas e indirectas de GEI, resultantes de actividades de proyectos. Por ejemplo, si la forestación de tierra agrícola desemboca en la migración de quienes la cultivaban, que desforestan alguna otra zona.