Contaminación Atmosférica GRN
Efectos de la MP sobre la salud
Los efectos de las partículas dependen de las características físico-químicas, porque pueden llevar adheridas sustancias tóxicas, en general los efectos sobre la salud humana son los siguientes:
Los efectos de la contaminación atmosférica y las partículas más pequeñas (0,01 μm – 0,1 μm) penetran en las cavidades pulmonares y se depositan, bloquean el aparato respiratorio, producen fenómenos irritativos como tos crónica y ronquera e incremento de la bronquitis. Agravan condiciones respiratorias, como el asma, enfermedades pulmonares y muerte prematura por afecciones respiratorias.
Las partículas entre 2,5 y 10 micrómetros de diámetro (referidas en algunos textos como “gruesas”) tienen su origen en las operaciones de pulido o de tratamiento de materiales y en el polvo que se levanta en las vías, especialmente las no pavimentadas.
Las partículas finas como las gruesas pueden acumularse en el sistema respiratorio y están asociadas con numerosos efectos negativos en la salud. Las partículas gruesas pueden agravar condiciones respiratorias como el asma, mientras que la exposición a material fino está asociada con varios efectos graves, incluyendo la muerte. La OMS ha insistido en que para este tipo de contaminantes no existe un valor bajo el cual es inofensivo para la salud humana y más bien la gravedad de los daños está relacionada con los tiempos de exposición que pueden ir desde un día hasta períodos mucho mayores. Algunos otros detalles sobre estos efectos se enuncian a continuación:
- Las personas que presentan enfermedades de los pulmones o el corazón, tales como asma, obstrucción pulmonar crónica, congestiones cardíacas o similares, expuestas a material particulado tienen un riesgo incremental de muerte prematura o de agravamiento de sus cuadros clínicos.
- Las personas de edad avanzada también son sensibles a la exposición a material particulado. Igual que en el caso anterior, pueden presentar agravamiento de condiciones pulmonares o cardíacas preexistentes o a desarrollar este tipo de dolencias.
- Los niños o las personas con enfermedades pulmonares expuestas a MP pueden ver disminuida su capacidad de respirar profunda y vigorosamente y pueden experimentar síntomas como tos o agitación.
- El material particulado puede incrementar la susceptibilidad a las infecciones respiratorias y puede agravar enfermedades respiratorias existentes, tales como asma y bronquitis crónica, provocando mayores cuidados médicos.
Relación entre las altas concentraciones de MP en época invernal con variables meteorológicas
Las altas concentraciones de material particulado tienen relación con el efecto de inversión térmica, que se presenta cuando, en las noches despejadas, el suelo se enfría rápidamente por radiación. El suelo a su vez enfría el aire en contacto con él que se vuelve más frío y pesado que el que está en la capa inmediatamente superior. Al disminuir tanto, la convección térmica como la subsidencia atmosférica, disminuye la velocidad de mezclado vertical entre las dos capas de aire.
Esto ocurre especialmente en invierno, en situaciones anticiclónicas fuertes que impiden el ascenso del aire y concentran la poca humedad en los valles y cuencas, dando lugar a nieblas persistentes y heladas. Puede también generarse en un frente ocluido, cuando se da una oclusión de frente frío.
Este fenómeno meteorológico es frecuente en las mañanas frías sobre los valles de escasa circulación de aire en todos los ecosistemas terrestres. También se presenta en las cuencas cercanas a las laderas de las montañas en noches frías debido a que el aire frío de las laderas desplaza al aire caliente de la cuenca provocando el gradiente positivo de temperatura.
Los episodios críticos en Santiago se presentan varias veces durante los meses de invierno, con una duración de 2 a 3 días. Como los niveles de emisión de contaminantes son más bien uniformes en el tiempo, la causa de estos episodios es la intensificación de alguno de los factores meteorológicos adversos para la dispersión de contaminantes. Durante estos episodios, el viento del este desciende desde la cordillera de los Andes hacia el valle central y la costa. El aire al descender se calienta por compresión, intensificando la inversión térmica de subsidencia. En estas condiciones, la capa de mezcla que tiende a desarrollarse durante el día por efecto del calentamiento superficial, ve su crecimiento disminuido por la fuerte estabilidad que debe vencer. Si durante un típico día de invierno la altura máxima de la capa de mezcla es de unos 400 m, durante los días con viento del este la altura máxima no supera los 200 m sobre la superficie de la cuenca. Esta reducción en la altura de la capa de mezcla produce una disminución del volumen de aire en el cual los contaminantes pueden ser dispersados, y en consecuencia el aumento en la concentración de contaminantes en el aire de la ciudad y zonas cercanas. El calentamiento asociado al viento del este también hace disminuir la presión atmosférica a lo largo de la costa, produciendo una baja o vaguada costera. El término de estos episodios ocurre cuando el viento cambia del este (viento cordillerano) a oeste (viento costero). El viento del oeste transporta aire más frío y húmedo desde la costa (algunas veces acompañado de niebla y nubes bajas), que debilita la inversión térmica y facilita la dispersión de contaminantes en la cuenca.
En resumen, en invierno la tierra se calienta menos, por lo que la capa en la que a las partículas suspendidas les es posible moverse es muy poco ancha, y por consiguiente su transporte vertical es poco y menos aún es el desplazamiento lateral, ya que el viento es demasiado débil. Esto sucede porque la inversión térmica ocurre a corta altura y debido a los cerros, los gases no tienen escape lateral, por lo que permanecen en la cuenca produciendo problemas de contaminación ambiental. Como este proceso está ocurriendo todo el tiempo, los contaminantes se van acumulando.
Efectos tiene el SO2 sobre la salud humana
Entre los efectos agudos podemos mencionar la irritación y restricción de vías respiratorias y los efectos crónicos, el debilitamiento del sistema inmunológico y bronquitis crónica.
Los niños y adultos con asma que realizan actividades físicas al aire libre son los más vulnerables a los efectos nocivos del dióxido de azufre. El efecto primario que experimentan, incluso con exposiciones cortas, es el estrechamiento de las vías respiratorias (bronco constricción), lo cual puede causar síntomas tales como opresión del pecho y dificultad para respirar. Estos síntomas se vuelven más graves conforme aumentan las concentraciones del SO2 y/o la frecuencia respiratoria. Cuando la exposición cesa, la función pulmonar generalmente recobra su normalidad dentro de una hora.
A niveles muy altos, el dióxido de azufre puede causar los mismos síntomas anteriormente descritos incluso para gente que no sufre de asma.
Existe una sinergia del material particulado y el SO2, produciendo un efecto mayor que cada uno por separado. Exposiciones de largo plazo a dióxido de azufre y material particulado fino pueden causar enfermedades respiratorias, alterar los mecanismos pulmonares de defensa y agravar enfermedades cardiovasculares existentes. Las personas que son más susceptibles a estos efectos incluyen aquellos con enfermedades cardiovasculares o pulmonares crónicas, así como también niños y ancianos.