Consultores en impacto social y su entorno
Somos profesionales y consultores involucrados en evaluaciones de impacto social que realizan las mejores practicas sustentables para disminuir el impacto social de varias iniciativas de inversión o proyectos.
Las evaluaciones de impacto social, debe entregar recomendaciones sobre buenas prácticas en la elaboración y análisis de las evaluaciones
de impacto social y la gestión adaptativa de proyectos para abordar los desafíos sociales.
Sistema de evaluación de impacto social
La evaluación de impacto social (EIS) actualmente se concibe como el proceso de identificación y gestión de los temas sociales de los proyectos de desarrollo, incluyendo el involucramiento de las comunidades afectadas a través de procesos participativos de identificación, evaluación y gestión de los impactos sociales.
Si bien aún se la emplea como mecanismo para predecir el impacto y como instrumento para que se consideren esos impactos sociales antes de que las entidades regulatorias decidan expedir permisos o licencias, es igualmente importante su función como parte de la gestión continua de los impactos sociales durante todo el ciclo del desarrollo del proyecto, desde su concepción hasta la etapa posterior al cierre.
Como en toda disciplina, la evaluación de impacto social constituye una comunidad de práctica con su propio paradigma de teorías, métodos, antecedentes, entendimientos y expectativas.
Más que cualquier interpretación de diccionario de las palabras “evaluación”, “impacto” y “social”, la “evaluación de impacto social” debe entenderse dentro del paradigma implícito de la evaluación de impacto social.
La evaluación de impacto social surgió en los años 1970, al mismo tiempo que la evaluación de impacto ambiental (EIA), y originalmente intentó emular a la EIA tanto como fuera posible.
A menudo, la evaluación de impacto social (EIS) se elaboraba como parte de la EIA, en general de manera incorrecta.
Con el tiempo la EIS se separó debido a una mayor comprensión de
las diferencias fundamentales que existen entre los aspectos sociales y los aspectos biofísicos; además, porque la tarea principal de la EIS debería ser mejorar la gestión de las cuestiones sociales y, por último, porque su efectividad para mejorar los resultados para las comunidades afectadas se maximizaría si fuera relevante para los proponentes que inician e implementan proyectos.
Sin embargo, dada la interconexión de aspectos ambientales,sociales y de la salud, merece la pena realizar evaluaciones integradas, y en el sector privado ya es práctica corriente la evaluación de impacto ambiental, social y en salud.
No obstante, los impactos sociales comienzan mucho antes de que se requiera la aprobación del proyecto, como los rumores acerca de un
posible proyecto. Por consiguiente, la gestión de los aspectos sociales debe iniciarse tan pronto como sea posible una vez que se conciban los proyectos.
Una diferencia clave entre la EIS y la EIA es el creciente hincapié, en la EIS, en mejorar los beneficios de los proyectos para las comunidades afectadas. Si bien persiste la necesidad de garantizar que los impactos negativos sean efectivamente identificados y mitigados, también tiene valor la revisión de los proyectos y actividades complementarias para asegurar mayores beneficios para las comunidades.
Esto es necesario para que el proyecto obtenga “licencia social para operar” y también porque intentar minimizar el daño no garantiza que los actores locales acepten el proyecto o que el proyecto no cause de hecho un daño significativo.
El aumento de los beneficios en un proyecto cubre una variedad de medidas, a saber: modificación de la infraestructura para asegurar que también satisface las necesidades de la comunidad local; provisión de fondos de inversión social local para apoyar procesos de desarrollo social sostenible, con el fin de establecer planes de desarrollo comunitarios estratégicos; un compromiso genuino para maximizar oportunidades para el contenido local (esto es, empleo para la población local y compras locales) al permitir que empresas locales suministren bienes y servicios; y capacitación y apoyo a la población local.
En los casos en que para llevar adelante un proyecto se deba reasentar a la población, es fundamental garantizar que, luego del reasentamiento, se restablezcan y se mejoren sus medios de subsistencia.
Con el fin de obtener la licencia social para operar, es importante tratar a las comunidades con respeto. Las instancias de participación comunitaria deben ser significativas, transparentes y constantes desde las fases tempranas de cualquier intervención, lo cual es un aspecto esencial para ganar confianza y respeto.
Los valores y los principios clave de la EIS se especifican en los Principios internacionales para la evaluación del impacto social y comprenden:
el objetivo de la EIS y del proyecto debe ser contribuir al empoderamiento de grupos vulnerables en la comunidad, se debe aplicar una perspectiva de género en todas las evaluaciones, y el respeto por los derechos humanos debe respaldar todas las acciones.
Con tantos impactos sociales y ambientales interpretables en términos de derechos humanos, la EIS tendrá cada vez más relevancia. Por una parte, las poblaciones afectadas son titulares de derechos protegidos por ley y, por otra parte, la EIS puede demostrar el valor que tiene para las empresas al reducir su exposición al riesgo y permitirles cumplir con las normas internacionales y/o adoptar buenas prácticas a medida que evolucionen con el tiempo.
Idealmente, la EIS en conjunto con una ESHIA exhaustiva deberían cubrir los desafíos más significativos en el área de derechos humanos asociados a un proyecto (Vanclay, 2005).